AmparoMikado
martes, 5 de marzo de 2013
domingo, 24 de febrero de 2013
PRESENTACIÓN
! Hola Amig@s
!.
Me llamo
Amparo, y soy la hija pequeña de Daniel Ribes el Maquinista de Alboraya. Nací me
crié y vivo en Alboraya, tierra de chufas y cuna de la horchata, desde aquí
envió a todos los cibernautas, con una mención especial a los amigos del
ferrocarril y las locomotoras a vapor, un cordial y muy efusivo saludo. Espero
que disfrutéis con la visita a este blog igual que yo lo hice al
confeccionarlo.
La Busqueda
Al descubrir por medio de mis hijos la navegación por Internet, me dije: "ésta es la mía", y ala, a enviar e-mail a todas las páginas que encontré relacionadas con mi aspiración. En menos que canta un gallo recibí respuesta a mis mensajes; uno de los primeras que me llego fue del museo del ferrocarril de Madrid. Su conservadora, Inmaculada García Lozano, muy amablemente me informó que la locomotora no constaba como conservada; en sucesivos correos me contó que el tren turístico de Madrid a Aranjuez está conducido por un mikado.
También me contestó el coordinador de documentación e investigación del museo de Villanova y la Geltrú, Alfonso Marco, quien me dijo lo mismo y me invitó a visitarlo junto con mi familia, comentándome que está seguro de que veré cosas que me harán rememorar a mi padre y sus tiempos de maquinista de vapor, agregando que junto a un grupo de máquinas del central de Aragón puede ser que se encuentre la locomotora de carbón de una de las fotos de mi padre, cabiendo la posibilidad de que en alguna ocasión condujera alguna de ellas.
Rafael Portoles estaba ojeando la revista Líneas del Tren, y al leer el
titular del articulo dijo para si ¡Quien busca mi maquina! (mas
detalles en el apartado "Pista Mikado").
El director del museo del ferrocarril de
Asturias, y autor del inventario Locomotoras a Vapor Preservadas en España, D. Javier Fernández López al
contestar a mi e-mail ratifico lo que ya conocía, la locomotora no constaba como
conservada, indicándome que las fotografías de mi padre que le envié habían
pasado a engrosar el archivo del museo.
Ojeando dicho inventario, observo que
tengo muy cerca de mi domicilio varias locomotoras mikado, las dos mas próximas,
(puedo contar los Km. con los dedos de una mano), se encuentran en La Univ.
Politécnica ETSI Industriales, (Valencia) y la otra en la factoría Macosa
(Albuixech); la primera ya la visite y la segunda espero hacerlo pronto, llame a
la factoría y contacte con Don José Luis López responsable de personal, que muy
amablemente me invito a visitar la fabrica indicándome que el mismo me
acompañaría a ver la la maquina.
El señor Javier Bastida, Presidente de la Asociación Vallisoletana de Amigos del
Ferrocarril (ASVAFER), muy amable, me expuso que procurará informarse del
destino de la 2311 para después
comunicármelo.
D. Pedro
Pintado, director de la revista Amigos del ferrocarril de Valladolid (ASVAFER),
contestó a mi e-mail manifestando lo mismo que los anteriormente, añadiendo que
si quería podría ver una en funcionamiento, La Asociación Leonesa de Amigos del
Ferrocarril recuperaron la Mikado 2346, realizando esporádicos viajes organizados por dicha asociación.
Mas
tarde contactaron conmigo dos miembros de la asociación, José Ramón Solaz maquinista de Renfe
y oriundo de Valencia, (fue el primer presidente de ALAF); y el maquinista
Fernando Pertejo, los dos fueron muy atentos, este ultimo me relató cómo
recuperaron y posteriormente conservan la mikado 2346; ambos prometieron tenerme
informada de los viajes que programe la asociación con la
locomotora.
Recuerdos de mi Padre y su Mikado 141F2311
Recuerdos de mi Padre y su Mikado 141F2311
Con el paso de los
años se suscita la necesidad de saber de gentes y cosas que llenaron nuestra
vida en la infancia, especialmente las que nos recuerdan y acercan a los seres
queridos que ya nos dejaron; ese es el motivo
por el que desde hace algún tiempo ando madurando la
idea de contactar con la persona o estamento adecuado, para averiguar
la ubicación de la locomotora Mikado 141F2311 que condujo mi
padre en su ultima etapa como maquinista del Central de Aragón en Valencia. En
la fotografía de la derecha realizada en la década de los 50 más o menos, pueden
ver a mi padre Daniel Ribes Cátala en la puerta y su fogonero, ¿Lainez?, asomado
a la ventana, en dicha foto hay dos locomotoras, y si mis recuerdos no me fallan
se enlazaban en la estación de Jérica para incrementar la potencia y conseguir
remontar el puerto del Ragudo.
Él nunca
dejó que nadie limpiara ni engrasara su locomotora, no importándole las horas
que después del servicio dedicara a este menester, siempre tenia tiempo para
ponerla apunto para el siguiente viaje, la cuidaba mas que a la niña de sus
ojos, y si los mecánicos tenían que componer o arreglar algún desajuste,
supervisaba su trabajo para que la dejaran como él quería; (supongo que para los
encargados del mantenimiento sería un poco plasta); sintiéndose orgulloso de
tener bien conservada su maquina y gastar menos combustible —carbón o fuel,
según la locomotora— que nadie.
Cuando llegábamos mi hermana y yo junto a mi madre al apeadero de
Alboraya a despedir o recibir a mi padre los conocidos que esperaban para subir
al tren al vernos siempre nos hacían la misma pregunta ¿Es Daniel el que viene
hoy de maquinista? Cuando asentíamos hacían una inspiración de satisfacción y
tranquilidad al tiempo; sabían que si conducía el convoy él, los vagones de los
pasajeros quedarían dentro del andén; nos contaban que muchas veces tenían que
hacer verdaderos esfuerzos para subir o bajar del tren. Los demás maquinistas
—imagino que eran escasas los pasajeros que subían o bajaban en este apeadero—
no se fijaban mucho en esos detalles; no sé si en otras estaciones actuarían
también así pero lo que sí sé es que los usuarios del tren se alegraban mucho de
que fuera mi padre el maquinista del tren con el que iban a viajar; según
decían, su manera de conducirlo era mucho más suave, especialmente al usar el
freno.
A causa de la sustitución de las locomotoras de vapor por las de
diesel sus últimos años como trabajador de la compañía ferroviaria fueron
difíciles, no
supo o no
pudo adaptarse al nuevo itinerario que le destinaron; el último servicio con su
máquina fue, si no recuerdo mal, a Tarragona. A su vuelta le dieron
temporalmente la baja, durante un tiempo estuvo muy deprimido; al regresar
nuevamente al trabajo fue destinado al depósito del central de
Aragón.
Posteriormente, le
ofrecieron ciertos cargos lejos de Valencia o la jubilación; sospesando su
estado de salud y lo desconocido que le ofrecían, decidió acogerse a la circular
344 —pasando a engrosar la lista de pensionistas— que le fue aprobada y
concedida el 1 de diciembre de 1967. Y
Daniel Ribes Cátala, ingresado en la red como fijo el 20 de noviembre de 1931,
nombrado fogonero el 16 de abril de 1933 y posteriormente maquinista el 20 de
septiembre de 1939, después de una vida laboral dedicada en cuerpo y alma a su
trabajo, paso a ser personal pasivo de la RENFE.
Y por ella
escribo estas letras de reconocimiento hacia un gran hombre que su mayor virtud
fue la de ser un gran trabajador.
DANIEL RIBES CÁTALA maquinista del central de Aragón, quería a su máquina
más que a sí mismo, como así dijeron, y todavía dicen muchos de los que te
conocieron.
Gracias por haberme dado la vida.
Don Javier Fernández López, director del museo del
ferrocarril de Asturias, me informo recientemente que en dicho museo existen
unos cuadernos en los que figuran todos y cada uno de los trabajadores de
RENFE.
Se denominan
"Escalafón del Personal", disponen de ejemplares de 1963, 1965, 1974 y
1978. En los dos primeros aparece Ribes Catalá, Daniel, como nacido el 6 de mayo
de 1912, ingresado en el ferrocarril el 20 de noviembre de 1931 y con ascenso a
Maquinista en fecha 1 de enero de 1945, su destino era la 4ª Zona de Material y
Tracción. En la fecha del 31 de diciembre de 1963, existían un total de 4.853
maquinistas, clasificados en el escalafón por la fecha de ascenso a esa
categoría. mi padre, según me indica el señor Fernández, era, en ese año, 1963,
el número 569, y el 310 el 31 de diciembre de 1965. Como dato anecdótico el
maquinista más antiguo de Renfe a 31 de diciembre de 1963, era Bruno Calpe
Ibáñez, también de la 4ª Zona, nacido el 6 de octubre de 1897, había ascendido a
maquinista el 20 de octubre de 1928.
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